Hoy, rayando el comienzo de las vacaciones de verano y habiendo tenido un agitado semestre en la universidad (A quien le importa, ya casi acaba esto ¡yupi!) quiero escribir acerca de un tema que siempre me ha causado una gran fascinación: Los héroes.
Todos y cada uno de nosotros somos fanáticos de al menos uno de ellos. Algunos vuelan, otros lanzan rayos de sus ojos, leen la mente, controlan el metal, cambian de forma, trepan paredes, se hacen grandes o pequeños, son súper detectives, hablan con los animales, se teletransportan, atraviesan paredes, se desplazan a velocidades apabullantes, lanzan fuego, viajan en el tiempo, un infinito etcétera.
pero, se han llegado a preguntar ¿Por qué existen estos personajes ficticios (los que los son)? ¿Por qué a través de la historia la humanidad ha mostrado esta necesidad hacia ellos? Yo si que me lo he preguntado y, aunque esta entrada no pretende ahondar en eso, Creo que es importante mencionarlo un poco. Yo pienso que los héroes son necesarios porque el ser humano tiende, naturalmente, a perder la esperanza. Nacemos, crecemos, nos reproducimos (se reproducen), y al final morimos, ¿Qué hay de especial en este ciclo de vida tan lineal? Necesitamos de algo que nos haga trascender, necesitamos, desde que nacemos, un propósito, un fin que le de valor a cada día que vivimos en este planeta, y la verdad es que a veces ya no nos quedan ganas de seguir, a veces nos sentimos tan pequeñitos que al echar un vistazo a nuestro futuro sentimos que nuestras piernas pesan y nuestros corazones ya están muy rotos y viejos para seguir adelante. Es en este momento, este instante vulnerable, en este segundo eterno, que necesitamos algo en que creer, algo que recargue nuestras fuerzas y nos de esperanza de nuevo. Cuando no podemos más llegan los héroes: Personas o seres extraordinarios que jamás se rinden, que nunca dicen que no a la aventura y a la acción. Seres que dan su vida por la vida de todos los demás, sólo para enseñarles un poco acerca del valor y el perdón (¿Les suena familiar esta historia?).
Ejemplos de héroes (fictícios o reales) sobran. Pensemos en Odiseo, en Gilgamesh, Robin Hood, Dartagnan, etc. Todos tienen cualidades que nos hacen admirarlos, que nos hacen querer algún día llegar a ser como ellos: gallardos, valientes, temerarios, inteligentes, sensatos, sabios.
Los héroes han tenido siempre un lugar especial en el imaginario colectivo, y fue en 1938, en el primer número de action comics, que Superman abrió la puerta a una nueva generación de súpers que hoy nos siguen maravillando. Pero, síganme en lo que diré a continuación ¿Por qué Superman nació en 1938? La respuesta es: La segunda Guerra Mundial que comenzaría un año después, ¿Recuerdan ese momento de desesperanza que mencioné antes? Bueno, pues he aquí un momento de tal clase que se dió ¡A nivel mundial! Y ¿cómo podría el mundo, ¡Todo el mundo! enfrentar la oscuridad que cubriría el mundo hasta 1945? La respuesta al problema debía ser tan grande como el problema mismo, y lo fue.
Es un águila, no. Es un avión, no. Es Superman, y con él un universo de superhéroes que llenaron las páginas de las historietas con sus hazañas y proesas, que se convirtieron en la luz para jóvenes y adultos que, desconsolados por la gran guerra, necesitaban volver a creer. Aquí creo que la frase "Volver a creer" necesita cierta desambigüación, expliquémosla pues. 'Creer', en este contexto hace referencia en la creencia de que existe alguna fuerza, dentro o fuera de nosostros, con una característica y potencial tal que puede impulsarnos a seguir adelante, aún cuando hemos perdido ya la fé en nosotros mismos.
Los superhéroes llegaron para quedarse, y su éxito se debe, en parte, a la variedad de personajes que actualmente existen. Tenemos desde niños pequeños que pelean por el crimen hasta animales salvajes antropomorfizados que usan armamento pesado, pasando por un linterna verde homosexual y un 'n' número de resurrecciones de personajes como Batman y Superman.
Con el tiempo los héroes se fueron haciendo más complejos. Dejaron de ser siempre buenos y felices, invulnerables y perfectos como Superman, para convertirse en figuras de psique profunda y patologías personales antitéticas a su labor, como Batman.
Pero, no debemos de perder algo de vista, y esto debe ser, por sobre todas las otras cosas la conclusión máxima al analizar a estos personajes... Dejemos de lado el fanatismo por un momento, aceptemos que existirán diferentes maneras de reinterpretar a nuestros héroes ¡Qué importa si Bane usa o no un traje de lucha libre! ¡Qué importa si Bane sigue siendo, en lo esencial, en lo importante, Bane! Aceptemos estos permisos artísticos y veremos que, al final, los héroes siempre nos enseñan a ser mejores personas, seres humanos más humanos y más valiosos. Es cierto, quizá no podamos ser completamente incorruptibles, pero podemos intentarlo, y en el intento nos acercaremos más a ser ese hombre o esa mujer que existe potencialmente en nuestro interior. Admiermos a nuestros héroes y trabajemos duro para ser héroes nosotros mismos. Al final... "-Cualquiera puede ser un héroe. Incluso un hombre que hacía algo tan
sencillo y reconfortante, como ponerle un abrigo en los hombros a un
niño, para hacerle saber que la vida sigue." Y eventualmente, sigue.